martes, 23 de junio de 2015

14 de junio 2015 - maratón alpino madrileño

Este era mi gran objetivo para esta temporada antes de la salida a los Alpes.



Llevo entrenando desde Septiembre sin lesiones y siendo muy constante para este reto (no solo para este reto pero el mam tendría que ser la guinda). Gym, MTB, series, cuestas, tiradas largas, ritmos controlados,...

El objetivo, teniendo en cuenta mis anteriores resultados en esta prueba (5:07 y 5:08) era conseguir bajar de 5:00. Es más, con ese tiempo el año pasado haría podio sobradamente en el cto. de Madrid de larga distancia (quiero recordar que el año pasado el tercer clasificado (federado), Chemari, hizo 5:22).

Está claro que he decidido arriesgar un poco para intentar llegar a mi objetivo, pero si no arriesgo no voy a conseguirlo.

La semana previa a la carrera descanso bien, me alimento adecuadamente y cuida estar hidratado, etc.

El sábado hacemos unos pocos kilómetros en Cercedilla para descargar un poco y me siento fenomenal. Ya estaba imaginando una crónica donde citaba a Kilian (estoy leyendo Correr o Morir aunque me está costando llegar al final). El poder de la mente sobre el cansancio, los pulmones trabajando a pleno rendimiento, etc. 


Llego a Cercedilla a las 07:45. Hace frío pero no demasiado. Durante toda la carrera hizo un tiempo perfecto, ni frío ni calor, nada de lluvia y muy poco viento.

A las 08:00 pasadas (un poco de retraso pero no pasa nada) arranca la prueba. Yo en segunda fila justo detrás de los buenos (Alfredo Gil, Luisete, Galindo, etc.)

Salgo muy bien, controlando en todo momento y aunque no me gusto para nada la nueva subida desde el puerto a bola (y menos bajarla a la vuelta) pues se hizo lo que se pudo. Subí en 1:19 cuando en mis otras ediciones había subido en 1:16 y con la sensación de menos esfuerzo. Es un poco más larga esta subida pero como pensaba que estaba mejor pues que se iba a compensar e igual el tiempo.

Llego a Cotos e inicio el ascenso a Peñalara. Chechu me alcanza y poco después me alcanzan LuisPa y Sergio (ambos se habían perdido un poco). Poco a poco desaparecen hacia adelante y yo sigo a lo mío. Tengo claro que la subida y bajada de Peñalara hay que ir a su propio ritmo, además voy bien en cuanto a los tiempos de paso. Voy forzando pero de forma controlada.




Coronando Peñalara ya están bajando LuisPa y Sergio y van muy fuerte, que alegría verles bajar así. Yo dosifico, he decidido no perder tiempo pero con pasitos muy cortos y controlando bien para dejarme lo menos posible de fuerzas en este tramo. Llegando a Cotos me cantan que voy en el puesto 21 en hombres, voy con la primera chica.

En Cotos me encuentro mucho mejor que en ediciones anteriores donde llegaba muy pasado, además en tiempo de paso establecido. Veo a Yeyo que está allí para animar y le digo que voy super bien.

El tubo bastante mal pero es que se me da bastante mal, me adelantan 4 corredores y un grupo de 4-5 se acercan mucho aunque no consiguen alcanzarme. 

En otras ediciones, en Cabeza Menor, vuelven las fuerzas y puedo correr con alegría. Esta vez no, de patas no voy mal pero voy como 'apagado'. Por cuerda larga sin fuelle e incapaz de poner el motor en marcha. Las piernas van pero no llevo gasolina y no estoy mentalizado para superar este tramo. Un goteo de corredores me van alcanzando y dejándome atrás con suma facilidad. Diría yo que me ha arrollado un tren, he sufrido el temible muro. Vamos, un pajarón del copón. Sabía que podría pasar pero la verdad es que no entraba en mis cálculos. En ese momento no entendí que es lo que me pasaba, si lo hubiera analizado tendría que haber hecho una parada para comer y beber bien, dejar las fuerzas volver y poco a poco arrancar de nuevo. Pero en ese momento solo piensas en lo mal que estas y sigues adelante como puedes.

Llego al avituallamiento de Bola batido, teniendo en mente llegar al puerto de Navacerrada y abandonar si es que no cambia nada.

La bajada al puerto un calvario, mucha piedra y arbustos que cierran el paso. No es demasiado técnico pero yo voy ya pensando en el abandono y se me hace muy duro.

Llego al puerto y definitivamente decido abandonar aburrido de las malas sensaciones, si el objetivo no se va a conseguir prefiero abandonar, recuperarme pronto y volver a los entrenos en cuanto antes mejor. Como un trozo de plátano y poco más, aun me quedan geles pero como voy a abandonar y no tomo ninguno.

Me paro y busco a Mario y su padre, no les veo, algunos minutos pasan. Viene Hector superbien y sigue hacia la última bajada con mucha fuerza y feliz de la vida, chapó por el. Poco después llega Maria Luisa y la dejo ir aunque me anima a acompañarla.

Según me pasa ella asumo que Mario no está y me va a tocar hacer la bajada. Voy despacio pensando lo peor de mi mismo, veo que Maria Luisa no se aleja con lo que entiendo que va mal. Cojo fuerzas y la alcanzo, en este momento como que he cambiado un poco el chip y algo de gasolina vuelve a la maquinaria. Decido quedarme con ella, de todos modos no podría haberme alejado demasiado y prefiero compartir algunos kilómetros con una amiga. Rodamos juntos hasta meta donde la reciben entre aplausos y admiración, la verdad es que en este tramo no nos adelanta nadie.

Al final 5:28 cuando esta mañana llegue convencido de poder bajar de 5:00. Aposté por hacer una buena carrera y en un momento dado me entro el pajarón. Habiendo ido un poco más tranquilo hubiera hecho mejor tiempo pero nunca hubiera llegado a bajar de las 5 horas. Cosas que pasan y no me arrepiento.

Yo creo que llegue un pelín pasado (hace tres semanas estaba más motivado que ahora) y con unas cuantas carreras que he sufrido con lo que venía sin suficiente motivación a esta. No lo sé.

Esto ya está olvidado, ahora solo a pensar en la Salomon 4 Trails donde lo haré genial junto a todos los compis, ya os contaré.

Me encanta el mam y aunque ahora mismo no quiero ni ver las clasificaciones ni oír hablar de la prueba seguro que el año que viene vuelvo a estar en la línea de salida.


Saludos.


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