Ultra trail Zugspitz – distancia de 62kms.
Esta vez voy a ser breve porque realmente hay poco que
contar. La idea principal no era la carrera en sí, sino repetir experiencia en
los Alpes con los amigos y la excusa perfecta es siempre una buena carrera.
La idea era hacer la de 39 kilómetros pero mi amigo Hector
que ya ha participado en otras ocasiones me recomendó la de 62 kilómetros.
4 días completos en los Alpes, 1 para correr y los otros 3
para disfrutar del entorno.
El viaje fue desde el viernes 15 de junio (a las 07:00am) hasta el lunes 18 por la tarde-noche. Volamos con Air Europa por menos de 90euros por persona.
Fuimos Mario, Angel y yo en avión hasta Múnich donde nos
esperaba Hector con su nuevo y flamante Mercedes GLA AMG y tras unos paseos por
el aeropuerto para encontrar la salida que nos llevaba a la salida correcta
para encontrar el coche (y eso que el coche tiene GPS y Hector una aplicación
de Mercedes para localizarlo) tomamos rumbo a Lermoos donde nos esperaba un
apartamento espectacular. Mucho del recorrido por autobahn donde pudimos
comprobar que el coche sin problemas y con mucha destreza del conductor
alcanzaba velocidades de casi 240 km/hora. Seguro que podría haber ido más
rápido pero no hubo oportunidad de comprobarlo.
El viernes entre el viaje, recogida de dorsales, etc. la
verdad es que no hicimos mucho más aparte de un breve trote para descargar las
piernas tras el viaje. El sábado fue la carrera, domingo estuvimos por la
montaña de senderismo y el lunes completo conociendo un poco más Múnich.
La carrera.
Mariete corría la de niños, la de 25kms, Hector y yo la de
62kms. Hacia un tiempo espectacular aunque ya a primera hora mucho calor.
La idea era intentar correr juntos lo máximo posible y luego
pues cada uno a lo que pudiera, si esto fuera correr juntos hasta el final pues
genial.
Nos colocamos muy bien en la salida y las sensaciones son
muy buenas. La carrera consta de dos largas subidas. Una coronas ya en el 8 y
la última en el 52. En ambas el ritual es el mismo, subes de forma muy
vertical, coronas y para abajo. Nada de correr a altas alturas, solo coronar y
bajar (muy a gusto del organizador PlanB).
Tras la primera subida se vuelve a la misma altitud en el km
15 y para la segunda subida se empieza a ascender en el 43 hasta llegar arriba
en el 52 para luego comenzar la bajada a meta.
Esto significa que entre el 15 y el 43 corres mayormente a
unos 700 metros de altitud, por pista y compartiendo espacios con senderistas y
gente que está de paseo y visitas turísticas. Todo es muy bonito pero la verdad
es que no es muy alpino.
Como se corre a poca altura por pista hay poca sombra y por
momentos el reloj marcaba 31 grados y con mucho sol.
Hector y yo íbamos juntos pero haciéndonos un poco la goma. Íbamos
bien con muy buenas sensaciones y siguiendo los tiempos de paso de Hector del
año pasado. No siempre se ajustaban y poco a poco íbamos perdiendo algo de
tiempo (todos corrimos más lentos y de hecho se gano con peor tiempo que en el
2017 donde no hizo tanto calor).
Ya por el km30 le dije a Hector que se fuera que yo iba a ir
más tranquilo. Le iba viendo a distancia pero mis sensaciones eran penosas. Con
el calor se me cerró el estomago y no podía comer absolutamente nada, beber con
dificultad y desde luego mucho menos de lo que debería.
Sobre el km40 tome la decisión de que iba abandonar en el
avituallamiento del km43. No estaba disfrutando, estaba más bien agonizando y
me esperaban aun 20kms de carrera. Por el km40 me dijeron que iba en el puesto
25, eso creo fue mi gran error. Debería haber salido más conservador, haber ido
más a mi ritmo y mis sensaciones y haber hecho la carrera de menos a más, sobre
todo siendo una distancia tan larga y con tanto calor.
En fin, que en el avituallamiento aviso de que quiero
abandonar y así hago. Una bajada andando hasta Garmisch-Partenkirchen donde la
organización ha fletado autobuses de la organización que nos llevan a la
llegada en Grainau. Ahí están esperándome Mariete y Angel.
Juntos esperamos a que llegue Hector que ha hecho un carrearon.
Puesto 11 al final y decimo de su categoría. Con peor tiempo que el año pasado pero
ha mejorado su puesto respeto al 2017.
El fin de semana espectacular con muchas risas, muchas
cervezas (los que beben claro), muy buena comida y 4 días con amiguetes y totalmente
recomendables.
Esta carrera no la repetiré, al menos en esta distancia,
pero intentaré seguir con la tradición de correr en los Alpes todos los años.
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