Decir que este año, a diferencia del año pasado, he logrado
ser finisher y he recibido la camiseta que corresponde, aunque bien bien no ha
acabado la cosa (ahora ya no me llaman Swede, me llaman el hombre de cristal… ya entenderéis el por qué).
Al igual que al año pasado hemos ido Jose, Sergio y yo.
Hemos repetido días respeto al 2012, llegamos un lunes para
comenzar la carrera un miércoles y finalizar un sábado con vuelo de vuelta el
domingo.
Este año he incorporado la toma de sales para suplir lo que
pierdo sudando. Una a la hora aprox. aunque a veces se me olvidaba tomarlas.
Creo que me han venido muy bien, sobre todo a partir de la cuarta hora y en
adelante.
En general hemos compartido muchos momentos juntos nosotros
tres de Factor Cinco Team y Hector y Santi. Muy buenos momentos que es la
esencia de una carrera por etapas.
Otra ventaja de correr por etapas es que te tiras todo el día hablando de running sin que nadie te diga que hay que cambiar de tema. Todos los que estamos aquí somos fanáticos de esto y hablamos del mismo tema sin parar y sin necesidad de cortarnos por hacerlo :-)
Excepto el hotel del último día los demás eran todos nuevos.
Esta vez con más acierto ya que estaban muy cerquita de las llegadas en cada
pueblo.
Las comidas de fabula como siempre. Ni un solo día fuimos al pasta party, parte de culpa la tiene Jose pero nosotros tampoco es que insistieramos demasiado en ir la verdad.
En cuanto a la carrera en si el objetivo es repetir
estrategia del 2012, reservar un poco los dos primeros días, el tercero ir a
tope y el cuarto lo que el cuerpo aguante. El primer objetivo es por supuesto
el acabar la carrera, pero busco ir de menos a más y disfrutar del evento.
En esta foto podemos apreciar que vamos muy bien conjuntados. Correr, lo que se dice correr lo hacemos a duras penas, pero con esta ropa damos hasta miedo :-)
Día 1 de carrera – Sin pena ni gloria.
Los nervios del año pasado ya no están, cosa que ocurre
cuando conoces el recorrido. Antes de la salida nos deseamos suerte y muchos
kilómetros compartidos. Dan la salida y Sergio desparece, ni intento seguirle,
sería inútil. Salgo con Jose, vamos tranquilos, charlando y divirtiéndonos ya
que aun hay muchos kilómetros por superar.
A pocos kilómetros de la salida veo a un rubio, alto, tostado del sol y sin camiseta. Solo puede ser sueco, le miro el dorsal y efectivamente lo es. Resulta
ser un chico supermajo de nombre Olof con quien compartiré muchos kilómetros y
muchas charlas post carrera. Jose y Héctor van con nosotros aunque poco a poco
nos vamos separando.
Así a posterior el ir con Olof fue un error grave. Es
cierto que me lo pasé en grande charlando con el pero subiendo me llevaba a un
ritmo un pelín fuerte y esto se lo cobra la montaña antes o después.
En las bajadas le dejaba atrás porque bajar, lo que se dice bajar, lo hacía
francamente mal (espero que no me lea Olof). Sin quererlo me frenaba en las
bajadas y es cuando yo podía adelantar un poco.
Sobre el km 20 ya le digo que el debe emprender su propia
carrera y dejarme a mi atrás. El se resiste porque prefiere la experiencia de
ir acompañado a ganar unos puestos, pero somos muy distintos para ir juntos.
A partir de quedarme sin compañía acabo la carrera solo, sin
pena ni gloria. Es el día más soso de los 4. Las sensaciones al acabar son de
cansancio pero hay horas para recuperar antes de la segunda etapa.
La recuperación como siempre; nada más acabar un batido de
proteínas, piernas a la fuente, estirar, hidratos de carbono para recuperar
cara al siguiente día, siesta y Compex antes de irse a la cama en gemelos,
isquios y cuádriceps.
Día 2 – la avería.
Olof se me acerca y propone correr juntos, hacemos los
primeros 8 kilómetros juntos pero ya le digo que mejor cada uno por su lado, no
quiero repetir el error del primer día. Decido ir con Jose y Héctor. Vamos de
risas y disfrutando un montón, esto sí que es disfrutar de la montaña, sin
embargo apenas tengo fuerzas y me cuesta seguirles el ritmo. No sé lo que me
pasa, pero desde luego bien no voy.
Tras coronar el primer pico que está a 12 kilómetros de la
salida comienza el descenso, es una bajada de piedra suelta y mucho desnivel - muy rica la verdad. Seguimos
los tres juntos y creo que estamos disfrutando de la carrera. Primero mucha
nieve y mucho desnivel, luego piedra y tierra suelta. Son terrenos complicados
pero a nosotros nos favorece respeto a los alemanes que son maquinas de subir
pero que en bajadas técnicas se bloquean.
Una vez abajo un llano con una alfombra de verde por nuestro
paso. Esto ya es el kilómetro 20. Héctor me dice que se va a parar un segundo
para quitarse las piedras de las zapas y yo le hecho nada más que un vistazo...
por esa tontería no me fijo en la única raíz que había cerca y la piso con lo
que me tuerzo un tobillo.
Tiro los palos, grito de dolor, duele horrores pero
al rato puedo seguir sin mayor complicación. Jose me ha esperado, una vez que
comenzamos a subir me encuentro con una patrulla de médicos y me ponen gel
antiinflamatorio y una compresiva en el tobillo. En este punto ya decido que el
resto de la etapa la voy a hacer andando ya que me duele y no quiero arriesgar.
Aun hay que coronar otro pico y lo conozco del año anterior, será duro.
Me
cuesta convencerle a Jose de dejarme atrás pero al final lo consigo, no tiene
sentido que vaya conmigo cuando él está bien y puede hacer una buen carrera. Yo
se que podré acabar aunque me va a llevar tiempo.
Tras coronar el segundo pico una bajada de las que me gustan,
pero yo andando. Sufro como un perro recordando esa misma bajada en buenas
condiciones el año anterior.
Una vez que había asimilado que iba a andar incluso disfruté
y en las subidas incluso pillé a alguno. Las bajadas ya es otro cantar, me
adelantan hasta los caracoles.
Una vez que llego a meta (7 horas y 58 minutos, nuevo record
de tiempo)
voy al médico de la carrera, me ve el tobillo que no está nada
hinchado. Me dice que descanse, hielo, antiinflamatorio y que evalúe por la
mañana al día siguiente. Si se ha hinchado hay que parar, si no hay hinchazón
que corra en función del dolor. Creo que la decisión de andar y no correr ha
merecido la pena.
Día 3 – mi mejor día.
Me levanto y el tobillo está bien, decido salir (hubo alguna
vez otra opción?). Esta etapa me trae buenos recuerdos del año pasado y quiero
repetir.
Salgo prudente con Olof y el tren nos corta el paso allá por el
kilómetro 5, no pasa nada porque la organización nos ha dicho que nos devuelven
el tiempo perdido (han colocado una alfombrilla para saber quienes se han
quedado parados).
Jose y Sergio han apretado y se evitan la espera. A mí el
descanso me viene bien y si además no cuenta el tiempo pues perfecto, plan
perfecto.
La subida perfecta, en el km13 pillo a Jose y Héctor. No les
espero ya que voy fuerte, les digo que voy a por Sergio, ellos se ríen (yo
también lo haría). Me siento como una moto, subo bien
y voy cogiendo a gente continuamente. Trás coronar y nada más comenzar el descenso pillo a Sergio.
Vamos juntos unos kilómetros pero Sergio
quiere reservar para el último día con lo que me voy en busca de gente a
adelantar, voy bien y quiero disfrutar (no hay nada más divertido que adelantar a gente).
Bajo fuerte arriesgando un poco la verdad pero de repente me
encuentro a Olof, todo ese esfuerzo ha merecido la pena pienso ahora. Le
adelanto (es bajada, no me supone mucho esfuerzo adelantarle la verdad). Olof
luego me comenta que quedo sorprendido de lo rápido que iba en ese momento, lo
que no sabe es que metí quinta nada más verle para pasarle a tope J. Olof se suelta e intenta seguirme pero este
terreno no lo domina y se queda atrás. Esto es subidón subidón.
Superemocionado decido meter sexta a ver si pillo a alguien
más aun sabiendo que la etapa llega a su fin, el premio gordo sería pillar a
Santi pero esto lo veo complicado. Lo prudente hubiese sido bajar el ritmo y
reservar pensando que la etapa reina nos espera al día siguiente. Contrario a la sensatez y en línea mia acelero y voy
bajando fuerte, no tengo sensación de cansancio y solo quiero que la etapa no
se acabe ya que estoy disfrutando. Este debe ser de los mejores días en cuanto a mi corta experiencia en
montaña. Sigo la persecución, adelanto a un par de alemanes y en las escaleras
de bajada, ya en el pueblo, a escaso kilómetro de la llegada le pillo a Santi. Llego a meta pletórico y sin
dolor en el tobillo.
He tenido un día espectacular. He subido muy bien y he
bajado muy rápido. He acabado delante del Sueco, de Sergio (por vez primera y que
habitualmente juega en 7 divisiones por encima de mi) y a SuperSanti el
máquina. Se puede pedir más?
Después de un rato me dicen que he acabado en novena posición (de mi categoría), eso nunca había ocurrido en los Alpes.
Esa noche me acuesto y duermo a un metro por encima de la
cama, flotando en el aire sujeto por mi propio orgullo :-)
Día 4 – Etapa reina.
El pie bien, tengo heridas por todos los lados pero el
tobillo no se ha hinchado. Salgo con Jose y dos españoles de Albacete,
supermajos. Vamos subiendo, charlando y riéndonos. Eso sí, lentos.
En el kilómetro 10 ya les digo que voy a apretar a ver qué
tal me sale. Voy cogiendo a mucha gente, voy superbien. Aun en subida, por el
kilómetro 24, veo a Sergio. Llego al avituallamiento cuando el sale, cruzamos
unas palabras. Me dice que no me espera ya que le voy a alcanzar en carrera.
Una vez que comenzamos la bajada finalmente le pillo a Sergio, sobre el kilómetro
32, dice que va bien pero me comenta que la nieve le está matando.
Es muy
pesado correr en nieve; resbalas, no tienes tracción y no avanzas como te
gustaría. Además gastas mucha energía en cada paso ya que los pies se entierran
en la nieve. Nos separamos y me voy a ver si puedo repetir hazañas del día
anterior y alcanzar a Santi y el sueco (Olof). En realidad sé que esto es
imposible porque no hay bajada suficiente. La etapa comienza a 800 metros de
altitud y finaliza en Samnaun que está a 1800 metros. Es decir, me roban muchos
metros de bajada y sé que no voy a poder hacer nada sin este desnivel negativo.
Los últimos kms antes de llegar a Samnaun un coñazo,
adelanto continuamente a gente pero nunca a mis presas. Llego a meta muy bien
donde veo a ambos (Olof y Santi) que me han sacado 15 minutos, tampoco es tanto en una etapa
de 7 horas. Estoy muy pero que muy contento. Vaya carrerón de nuevo (para ser
yo).
Pizza, agua, sandía, risas, etc. Pasan dos horas y cuando
nos vamos para casa de repente se me hincha todo el pie, no puedo andar, voy al
médico y me dice que no es muy normal (el esguince fue hace dos días). Me
llevan a cuestas al hotel, al rato tras haber estado tumbado en la cama se
intensifica el dolor y el hotel me lleva al médico de la organización. No
pueden hacer nada pero al menos me dejan unas muletas. A partir de aquí dependo
de mis compis que no me fallan en ningún momento, me tienen que llevar la
maleta a todos los sitios, etc.
Cuando escribo esta crónica ya estamos a 19 agosto, 5
semanas después de acabar la carrera.
Tras unas cuantas radiografías y una resonancia magnética
resulta que tengo un esguince de nivel 3 con rotura total en el ligamento
anterior y casi total en el ligamento posterior.
Según el trauma es el peor tipo de esguince que uno se puede
hacer. Me ha dicho que debo centrarme en recuperar la movilidad en el pie si no
quiero sufrir las consecuencias para el resto de mi vida. Me ha dado quince
días para intentar recuperar el 80% de la movilidad…
He estado escayolado, he estado en traumas, fisios, etc. Lo
único que ayuda es el tiempo ya que poco a poco el hinchazón va bajando y el
dolor desapareciendo. Voy a comenzar con la rehabilitación en breve y espero
pronto estar listo para nuevas batallas.
La temporada de montaña se ha acabado por este año (eso creo).
Ahora toca rehabilitación y poco a poco comenzar con trotes y afrontar la
temporada 2014 con garantías.
Aquí un resumen de tiempos y puestos según los controles de paso.
En cuanto los puestos no son los finales ya que el último puesto indicado muestra el puesto en el momento de pasar el control. En nuestro caso normalmente nos hemos reservado un poco para el final con lo que el puesto final es algo mejor que el del último paso.