La idea era escaparnos durante un fin de semana largo para
volver a recorrer senderos de los pirineos. Esta vez solo vamos Sergio y yo,
los demás están ya más bien de vacaciones o tienen otros planes.
Sergio se ha fijado en una ruta que los organizadores llaman 3000 ibones.
Los 100kms se podrían haber repartido entre los 3 días de
forma más equilibrada (34-35kms por día) pero preferimos alargar la etapa del
primer día para hacer menos el último día y así poder volver antes a casa. Además,
a mí me viene muy bien hacer un día más distancia pensando en la OCC que tengo
en menos de un mes.
El recorrido así después decir que es bastante completo y
muy técnico, bastante más que la senda de Camille que hicimos hace un escaso
mes. Mucha roca, piedra, los ascensos a los collados muy empinados y sobre todo
el primer día hubo que andar bastante.
Esta vez no usamos ni siquiera mapa. Sergio se había
estudiado el recorrido y la verdad es que aparte de pequeños despistes no nos
perdimos apenas nada. Sergio tiene un sentido de la orientación increíble y si
lo sumamos a que ya ha estado por estas tierras haciendo trecking pues es un guía
inmejorable. Yo lo de tener que parar a mirar el mapa cada 500 metros me cuesta
la verdad, prefiero tirarme interminables horas corriendo, aunque sea a un
ritmo muuuy sostenido, incluso me cuesta para a disfrutar de las vistas a
veces. Gracias a Sergio hacíamos breves paradas y así podía disfrutar del increíble
entorno en el que nos encontrábamos.
El último día también tiramos de una aplicación del móvil
llamada WorldSummits. Apuntando con el teléfono a los picos (la cámara) detecta
los picos y te los va diciendo. Esto fue muy útil para saber cuándo desviarnos
de una senda para comenzar el ascenso a un collado, etc. Cabe destacar que esta
aplicación viene avalada por la federación de montaña y como tienen un acuerdo
con ellos los federados tenemos todos los extras sin pagar (como por ejemplo
que la app muestra el lugar de los refugios, etc.).
El nombre de la ruta (3000 ibones) es bien merecido. No sé
si vimos 3000 ibones, pero muchos muchos desde luego sí que vimos, muchos de
ellos de una extraordinaria belleza.
Corredores más bien pocos por no decir ninguno, pero
senderistas muchos. La ruta es sobre todo por la parte francesa. Los refugios
en general están bien, la comida parece que se repite en todos (sopa/crema de
primero y de segundo arroz con un guiso de carne con zanahorias y algo
picante).
Si quieres dormir en alta montaña los refugios es la única solución
(correr con tienda de campaña se tercia complicado) pero a mí personalmente no
acaba de gustarme el concepto refugio. Se que esto va en contra del montañero pro,
pero es que yo no me considero montañero, me considero trail runner y el medio
sobre el que discurre mi actividad es en la montaña. Pero eso no significa que
acepte que algunos refugios no tengan ni una ducha. Ya no digo agua caliente,
simplemente algún sitio donde lavarse tras etapas muchas veces más largas que
una jornada de trabajo.
Estas cosas al final son detalles, en general he podido ver
una pequeña parte de los pirineos y aunque me quede mucho por ver, estoy
impresionado de lo que he visto hasta la fecha.
Resumen de nuestras etapas:
Llegamos el viernes por la tarde al balneario de Panticosa
donde dormimos en el refugio de la casa de la piedra.
Como llegamos pronto bajamos a Panticosa a cenar, dar un
paseo y recordar cuando estuve en la carrera de Valle de Tena en el 2018.
Los desayunos a las 07:00, comer lo que se puede y en
marcha. Las etapas son las que siguen junto a un breve resumen de los datos
técnicos.
Primera etapa
Refugio Casa de Piedra - Refugio Respomuso -
Refugio Arremoulit - Refugio Migueolau - Refugio Larribet.
Distancia: 43,83 km
Desnivel positivo: 3.356m
Etapa dura, calurosa, mucho andar y es donde más dudas teníamos
sobre si estábamos por la senda correcta.
Sergio en esta etapa se había quitado la gorra de
competición y se había puesto las chanclas de playa (metafóricamente hablando)
y se paraba mucho a tomar fotos de los ibones y otras delicias de los pirineos,
es un enamorado de la montaña - sobre todo de la alta montaña. Él estaba
volviendo de un descanso del running (vacaciones y posterior recuperación tras
una caída con la bici) y me imagino que quería ir de menos a más. No obstante,
tiene un nivel superior al mío con lo que aun yendo a medio gas me deja atrás
cuando quiere.
Segunda etapa
Refugio Larribet - Refugio Wallon - Refugio
Oulettes de Gaube.
Distancia: 34,49 km
Desnivel positivo: 2.067m
En esta etapa pudimos correr mucho más, de hecho, casi toda.
Pasamos por el Puente de España, muy bonito y mucha gente. La subida al lago
Gaube preciosa pero imposible mantener ritmo por todos los turistas.
Tercera etapa
Refugio Oulettes de Gaube - Refugio Casa de
Piedra.
Distancia: 16,04 km
Desnivel positivo: 1.253m
El refugio más bonito sin lugar a duda e
l Refugio Oulettes
de Gaube con las vistas a Vignemale, simplemente tremendo. Me recordó mucho a
cuando he estado en las Dolomitas (tres cimas de Lavaredo) - Italia.
Sergio y yo llegamos en buena forma física. Corrimos donde
se podía, pero hubo muchos tramos de andar, sobre todo las subidas a los
collados, muchas veces situados a 2700 metros de altura. Hubo ascensos de
400-500 metros de desnivel positivo en apenas dos kilómetros de distancia,
además sobre terreno de rocas o piedras.
Una nueva experiencia junto a mi fiel escudero con el que ya sumamos muchas aventuras, esperemos que aún nos queden muchas más.
Aparte de la experiencia de esta ruta me ha servido para acumular horas de entreno cara a la OCC a finales de agosto. En estas 3 semanas que quedan voy a darle prioridad a la fuerza en el gimnasio, velocidad (pista y rodajes alegres) y mantener lo conseguido subiendo a la montaña, pero en salidas cortas (hasta dos horas y media) y contadas.